
Fecha límite de consumo y fecha de durabilidad mínima: lo que debes saber
Los productos alimenticios preenvasados llevan una indicación que muestra la fecha límite de consumo (DLC) o la fecha de durabilidad mínima (DDM). Para evitar cualquier riesgo de intoxicación, es necesario comprenderlas bien.
La indicación de una fecha de durabilidad mínima (DDM) en el etiquetado de los alimentos tiene como objetivo informar al consumidor hasta cuándo estos alimentos conservan sus cualidades organolépticas, físicas, nutritivas, gustativas, etc.
Siempre que su envase no haya sido alterado, los alimentos cuya DDM haya pasado pueden consumirse sin riesgo por el consumidor.
En el caso de alimentos microbiológicamente muy perecederos, la DDM se sustituye por una fecha límite de consumo (DLC).
El alimento no puede comercializarse más allá de esta fecha y puede presentar un riesgo si se consume.
La Fecha de Durabilidad Mínima (DDM)
La DDM, término que ha reemplazado a la fecha límite de uso óptimo (DLUO), no tiene el carácter obligatorio de la DLC.
Una vez pasada la fecha, el alimento puede haber perdido parte de sus cualidades específicas, sin que ello represente un riesgo para quien lo consuma.
Por lo tanto, no es necesario desechar los productos cuya DDM haya pasado, siempre que su envase no esté alterado.
Ejemplos:
-
Café que, pasado cierto tiempo, pierde parte de su aroma.
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Alimentos de dietética infantil, que pierden parte de su contenido en vitaminas una vez superada la DDM.
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Pastelería seca que, con el tiempo, pierde sus cualidades gustativas.
La DDM se indica en los envases con la mención «Consumir preferentemente antes de…», complementada con una de las siguientes indicaciones o haciendo referencia al lugar donde se encuentra dicha información en el etiquetado:
-
Día y mes para productos con durabilidad inferior a 3 meses.
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Mes y año para productos con durabilidad entre 3 y 18 meses.
-
Año para productos con durabilidad superior a 18 meses.
Solo los productos con DLC deben retirarse obligatoriamente de la venta y del consumo una vez alcanzada esta fecha.
A tener en cuenta: Están exentos de DLC o DDM los alimentos vendidos sin envasar, las frutas y verduras frescas, las bebidas alcohólicas, los vinagres, las sales de cocina, los azúcares sólidos, los productos de panadería y pastelería normalmente consumidos en las veinticuatro horas siguientes a su producción y algunos productos de confitería.
La Fecha Límite de Consumo (DLC)
La DLC indica un límite obligatorio. Se aplica a alimentos microbiológicamente muy perecederos, que, por ello, pueden presentar un peligro inmediato para la salud humana tras un breve período.
Establecida bajo la responsabilidad de los profesionales tras ensayos de envejecimiento, la DLC se coloca en productos como embutidos, carnes frescas o platos cocinados refrigerados.
Generalmente, los alimentos con DLC se conservan en el refrigerador. Su seguridad más allá de la DLC solo está garantizada si se respetan las condiciones de conservación.
La DLC se indica en los envases con la mención «Consumir hasta…», seguida de la indicación del día y el mes o de una referencia al lugar donde figura esta fecha en el etiquetado.
Es importante respetar esta fecha y no consumir un producto caducado, especialmente si no se han respetado las condiciones de almacenamiento indicadas en el envase (ruptura de la cadena de frío).
Dato útil: Nunca se debe congelar un producto cuya fecha límite de consumo esté próxima, alcanzada o pasada.
Los productos alimenticios preenvasados llevan una indicación que muestra la fecha límite de consumo (DLC) o la fecha de durabilidad mínima (DDM). Para evitar cualquier riesgo de intoxicación, es necesario comprenderlas bien. El objetivo de una fecha de durabilidad mínima (DDM) en el etiquetado de los alimentos es informar al consumidor hasta cuándo estos alimentos conservan sus cualidades organolépticas, físicas, nutritivas y gustativas, etc.
Siempre que su envase no haya sido alterado, los alimentos cuya DDM haya pasado pueden consumirse sin riesgo por el consumidor. En el caso de alimentos microbiológicamente muy perecederos, la DDM se sustituye por una fecha límite de consumo (DLC). El alimento no puede comercializarse más allá de esta fecha y puede presentar un riesgo si se consume.
La Fecha de Durabilidad Mínima (DDM)
La DDM, término que ha reemplazado a la fecha límite de uso óptimo (UBD), no tiene el carácter obligatorio de la DLC. Una vez pasada la fecha, el alimento puede haber perdido parte de sus cualidades específicas, sin que ello represente un riesgo para el consumidor.
Por lo tanto, no es necesario desechar los productos cuya DDM haya pasado, siempre que su envase no esté alterado.
Ejemplos:
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Café que, pasado cierto tiempo, pierde parte de su aroma.
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Alimentos infantiles dietéticos, que pierden parte de su contenido en vitaminas una vez superada la DDM.
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Pastelería seca que, con el tiempo, pierde sus cualidades gustativas.
La DDM se indica en los envases con la mención «Consumir preferentemente antes de…», complementada con una de las siguientes indicaciones o haciendo referencia al lugar donde se encuentra en el etiquetado:
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Día y mes para productos con durabilidad inferior a 3 meses.
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Mes y año para productos con durabilidad entre 3 y 18 meses.
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Año para productos con durabilidad superior a 18 meses.
Solo los productos con DLC deben retirarse obligatoriamente de la venta y del consumo una vez alcanzada esta fecha.
A tener en cuenta: Están exentos de DLC o DDM los alimentos vendidos sin envasar, las frutas y verduras frescas, las bebidas alcohólicas, los vinagres, las sales de cocina, los azúcares sólidos, los productos de panadería y pastelería normalmente consumidos en las veinticuatro horas siguientes a su producción y algunos productos de confitería.
La Fecha Límite de Consumo (DLC)
La DLC indica un límite obligatorio. Se aplica a alimentos microbiológicamente muy perecederos, que pueden presentar un peligro inmediato para la salud humana tras un breve período.
Establecida bajo la responsabilidad de los profesionales tras ensayos de envejecimiento, la DLC se coloca en productos como embutidos, carnes frescas o platos cocinados refrigerados.
Generalmente, los alimentos con DLC se conservan en el refrigerador. Su seguridad más allá de la DLC solo está garantizada si se respetan las condiciones de conservación.
La DLC se indica en los envases con la mención «Consumir hasta…», seguida de la indicación del día y el mes o de una referencia al lugar donde figura esta fecha en el etiquetado.
Es importante respetar esta fecha y no consumir un producto caducado, especialmente si no se han respetado las condiciones de almacenamiento indicadas en el envase (ruptura de la cadena de frío).
Dato útil: Nunca se debe congelar un producto cuya fecha límite de consumo esté próxima, alcanzada o pasada.
Source : https://www.economie.gouv.fr/dgccrf/Publications/Vie-pratique/Fiches-pratiques/Date-limite-de-consommation-DLC-et-DDM