Esta mañana, una persona me hizo esta pregunta en un mensaje privado:
Hola, Doctor Dukan, me gustaría saber si puedo incorporar el ayuno intermitente 16/8 a su régimen del escalón nutricional. Creo en los beneficios del ayuno intermitente para la salud y me gustaría saber su opinión sobre este tema. ¡Gracias!
Le respondí y pensé que esta respuesta podría interesar más allá de la persona a quien se la dirigía.
El ayuno es una práctica religiosa que recientemente se ha acercado al ámbito de la nutrición. Se ha convertido en una respuesta que intenta ocupar el espacio de las verdaderas dietas, que están menos “de moda” que antes. Estas respuestas desvían la atención de las dietas que prohíben los azúcares y los alimentos procesados ricos en carbohidratos.
Es el caso del No a la dieta, el reequilibrio alimentario, el veganismo, el gluten-free.
Estimada señora,
Personalmente, no soy partidario del ayuno y voy a explicarle muy específicamente por qué.
Primero, una aclaración previa: las proteínas son el único nutriente vital que el cuerpo no puede sintetizar. Podemos hacer azúcar a partir de proteínas o grasa. Podemos transformar grasa o incluso proteínas en azúcar (glucosa), pero nuestro cuerpo no tiene la capacidad de hacer proteínas por sí mismo y debe necesariamente obtenerlas de la alimentación.
Ahora bien, necesitamos esas proteínas absolutamente para vivir.
Usted y yo estamos en gran parte compuestos de proteínas. Nuestros músculos, corazón, hígado, riñones, tubo digestivo, sangre, piel y cabello están, en su mayoría, formados por proteínas.
Y no solo las necesitamos, sino que las necesitamos a lo largo de todo el día. Después de 8 horas sin consumir proteínas, nuestro cuerpo tendrá que obtenerlas de nuestros músculos.
De hecho, cuando ayuna, quema grasa de reserva, pero también proteínas de sus músculos, piel y sus fibras de elastina, que, como su nombre indica, son responsables de la tonicidad de su piel.
Por otro lado, el ayuno es una prueba que no solo afecta al deseo de picar algo, sino a la verdadera hambre biológica, un impulso fuerte que requiere mucha voluntad para resistirlo. Y después de la dieta, con la bajada de glucosa en sangre, el hambre puede llevarle hacia los carbohidratos, haciendo perder el beneficio del ayuno.
Si el ayuno se realiza en un contexto religioso, místico o iniciático, es esa dificultad de tipo estoica lo que se busca, y está dirigido a personas impulsadas por su fe.
Pero aquellos que buscan adelgazar son, por definición, personas que han engordado porque son vulnerables a las dificultades de la vida, neutralizándolas con alimentos gratificantes. Estas no son personas que se beneficiarán del ayuno por mucho tiempo. Y además, a excepción de la integración del ayuno como práctica permanente, ¿qué sucede cuando se ha perdido peso? ¿Sobre qué bases estabilizarlo?
Por eso no soy partidario del ayuno. Sin embargo, para aquellos que realmente lo desean, pueden intentarlo, siempre que compensen la falta de proteínas inmediatamente después de las horas de ayuno para limitar la pérdida muscular que comienza al final de la octava hora de ayuno.
