Patricia, Francia, -70 kg
Me llamo Patricia, tengo 63 años y seguí el método Dukan…
Nací a las 0:30 del 2 de marzo de 1952, con un peso de 3,790 kg.
Me apodaban «MARMOTA» porque me despertaban en cada toma (que tragaba vorazmente) con pausas en las que me dormía antes de ser despertada nuevamente para la siguiente toma, y luego me volvía a dormir lo antes posible.
Años después, pasé por psicólogos y psiquiatras que me explicaron lo que desencadenó:
EL COMIENZO DE UNA VIDA ENTERA LUCHANDO CONTRA EL SOBREPESO.
De hecho, a los 6 años y medio, cuando la báscula marcaba 75 kg en la primera visita al endocrinólogo especialista, viví mi primera humillación: «¡QUÍTATE ESAS HARAPAS!» Luego me dijo: «¡Venga, pan seco y agua!»
Consejo nutricional: NULO, pero primeras privaciones…
Otro doctor me pedía ingerir solo proteínas puras, y de vez en cuando algunos sobres que me parecían muy dulces, pero obedecía, porque era el médico…
Luego llegó el conocimiento del ayuno completo durante 3 semanas en el hospital, seguido (otra vez) por endocrinólogos.
Pérdida total: casi 10 kg, con una dieta de 800 a 1000 cal/día.
Al salir del hospital, con esfuerzo logré bajar por debajo de los 80 kg antes de quedar embarazada y subir a 95 kg tras el parto.
Permanecí durante mucho tiempo alrededor de 90 kg, luego subí hasta 135 kg… 149,8 kg…
Comenzaron de nuevo las privaciones, los llantos, el odio hacia mí misma y la mirada de los demás… Horrible… Incluso perdí una oportunidad laboral.
No lograba volver al peso deseado, así que me hicieron una reducción de estómago. Pero algún tiempo después, para el Día de la Madre, una grapa se soltó y me provocaba vómitos. Llegué a creer que mi vida arruinada nunca cambiaría.
Pero un día de mayo de 2013, detenida en una área de descanso, vi los libros disponibles y encontré la guía nutricional del Dr. Dukan. La compré y retomamos la ruta de las vacaciones.
En la siguiente parada, vi «No sé cómo adelgazar 2010», nueva edición. Al comprarlo, pensé: «Dr. Dukan, me está enviando un mensaje». Poco después leí la guía nutricional y todo me pareció simple y bien pensado.
El 24 de agosto de 2013, tras una visita al cirujano, pesaba 148,7 kg. Comencé a devorar el libro NO SÉ CÓMO ADELGAZAR. Empecé sola, y luego mi marido me pidió cocinar lo mismo para él, para facilitarme la tarea.
El 2 de septiembre volví al cirujano y ¡12,9 kg menos! Él estaba contento de «haberme dado miedo», pero yo orgullosa le anuncié que había comenzado la DIETA DUKAN. Su asistente conocía las virtudes de este régimen y confiaba firmemente en él. Incluso me uní al coaching en línea porque me permite practicar correctamente el método.
También me permitió CAMBIAR MIS MALOS HÁBITOS ALIMENTICIOS, arraigados en mí desde mi nacimiento, y muy pronto comencé a creer en mí misma, ¡y eso también es completamente nuevo! Nunca lo había sentido antes. Me volví «adicta» al método, porque veía cómo el peso bajaba bastante rápido, SIN NINGUNA FRUSTRACIÓN NI PESO, ya que podía elegir entre los 100 alimentos permitidos.
Confieso que se crean vínculos muy especiales con algunas personas del equipo de coaching, lo cual es normal, y agradezco cada instante de cada día a quienes me aconsejan tan bien y me han dado ánimo en los momentos de desesperación, porque también los hay.
Y cuando leo en el sitio cómo se comportan ciertos coachados, criticando el método, son crueles. Yo estoy SÚPER FELIZ de haber encontrado a personas como este equipo, y de haber alcanzado mi peso justo de 82 kg en enero de 2015.
Lo más sorprendente es que, siguiendo correctamente las indicaciones de la fase de consolidación, junto con caminar, sigo perdiendo peso. Así que celebré mi cumpleaños el 2 de marzo con 79 kg y 70 kg menos desde que empecé, soplando las velas con gran alegría.
