
Una mujer adorable, miembro del grupo que subió con 15 viajeros más al tren de adelgazar, perdió peso muy lentamente y dejó de darme noticias suyas. Así que le escribí esta pequeña nota afectuosa, que va dirigida a todas aquellas que, en algún momento, pueden encontrarse con una resistencia y perder el contacto.
Querida amiga, ¿cómo estás?
¿Cómo va tu motivación y tu peso? Aunque dejes de querer perder peso, al menos trata de protegerte de una capa adicional. Hay períodos en la vida en los que uno es más fuerte y menos vulnerable que en otros.
Puede que no lo sepas, pero la psique, el estado de ánimo y la energía vital varían mucho con el entorno y pueden influir en tu actividad hormonal, en la secreción de los mediadores químicos que regulan tus intercambios, y en lo que se llama el poder de la mente.
He sido testigo de tu lucha contra esos kilos que se negaban a dejarte y te confieso que, como especialista experimentado en nutrición, me sentí frustrado porque eres una persona simpática para la que me hubiera gustado tener una varita mágica y adelgazarla con un golpe de esa varita. Lamentablemente, no tengo esa varita ni lo que pude ofrecerte era mágico, pero sí venía del corazón.
Además, hay que intentar desdramatizar los problemas relacionados con las dietas. Cuando, por ejemplo, sigues mi dieta y estás en la fase de crucero con verduras, te alimentas como lo han hecho miles de millones de seres humanos durante 195 000 años. Hace solo 5000 años que consumimos cereales; las patatas comenzaron a consumirse bajo el reinado de Luis XVI.
Los productos industriales no aparecieron hasta 1965, con el nuevo trigo, el nuevo arroz y el pan de molde enriquecido con azúcar, como tantos otros productos actuales.
Todo esto para decirte que la percepción de la alimentación depende mucho del entorno social e histórico.
Querida amiga, si buscas proteger tu belleza, la imagen que tienes de ti misma y la que muestras a los demás, si consideras que tu salud es uno de los atributos a santificar, si tu bienestar te importa, estar cómoda en tu cuerpo y en tu ropa, si no quieres sentirte alejada de la norma, entonces la forma en que te alimentas debe ser importante para ti. Y no vivir la alimentación que busca aligerarte o simplemente no sobrecargarte como un castigo, sino como una recompensa.
Docteur Pierre Dukan