Dulces a base de frutas y chocolate. Los pomelos y las naranjas están disponibles casi todo el año. Se pelan y se come la fruta, mientras que la cáscara normalmente se desecha. ¿Y si aún se pudiera aprovechar? Con esta deliciosa receta, ¡es totalmente posible!
Para 32 piezas
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2 pomelos grandes (aproximadamente 670 g)
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180 g de callets Zùsto, picados groseramente
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1 litro de agua
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500 g de Zùsto
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1 rama de canela
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1 hoja de laurel
Material:
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Cacerola
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Tabla de cortar
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Cuchillo
Preparación:
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Corte cada pomelo en 8 gajos. Retire cuidadosamente la piel gruesa de cada gajo. No necesitará la pulpa (puede usarla en una ensalada de frutas o en un batido). Ahora tendrá 16 gajos (de 2 pomelos). Corte nuevamente cada gajo a lo largo para obtener 32 piezas.
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Llene generosamente un tazón grande con agua y póngalo a hervir a fuego alto. Cuando el agua hierva, agregue las cáscaras de pomelo. Con una cuchara larga, empújelas suavemente bajo la superficie y blanquéelas durante 30 segundos.
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Coloque las cáscaras en un colador sobre el fregadero. Enjuáguelas bien con agua fría y repita el proceso con agua fresca. Esto ayuda a eliminar parte del amargor.
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Después de blanquearlas dos veces, coloque las cáscaras sobre un paño limpio y déjelas secar. Es importante que se sequen bien para que el jarabe de azúcar no se cristalice después.
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Ahora prepare el jarabe. Disuelva el Zùsto en el agua y póngalo a fuego medio-alto. Cocine a fuego lento durante 2 minutos hasta que el Zùsto se disuelva completamente. Lleve nuevamente a ebullición y agregue las cáscaras. Cubra con una hoja de cocina (con un círculo recortado) y coloque un plato encima para asegurarse de que las cáscaras permanezcan sumergidas. Hierva durante 60 a 90 minutos, hasta que las cáscaras se vean translúcidas y quede aproximadamente 100 ml de jarabe en la cacerola. Esto puede tardar hasta 1 hora y media. Escurra las cáscaras y, con pinzas, colóquelas sobre una rejilla para pasteles. No necesitará el resto del jarabe. Deje las cáscaras a temperatura ambiente y déjelas secar al aire durante 24 horas.
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Derrita los callets al baño maría. Sumerja las cáscaras, una por una, hasta la mitad, en el chocolate derretido y colóquelas sobre una rejilla para pasteles. Deje que el chocolate se solidifique alrededor de la cáscara.
