Querida Sylvie La Verde, he seguido con atención y placer sus intercambios con todas esas mujeres maravillosas que disfrutan ayudando. Me gustaría que aclaremos su caso. Puede suceder que el peso se mantenga estable algunos días. Eso no es un estancamiento, es la respiración del cuerpo que inspira y expulsa agua y grasa. Hablamos de estancamiento a partir de una semana.
A menudo se encuentran errores alimentarios involuntarios que, como tales, persisten. Por ello, es imprescindible verificar de manera muy precisa lo que se ingiere durante un período de tres días, SIN OLVIDAR NADA. Si se ha descartado esta causa, que es con diferencia la más frecuente, se puede encontrar una fase premenstrual en una mujer muy sensible a sus hormonas femeninas (estrógenos). Pero en este caso, el terreno es conocido y, generalmente, a los 8-10 días todo vuelve a la normalidad.
Pasadas dos semanas, hay que mirar hacia un inicio de premenopausia, donde la gran mayoría de las mujeres gana entre 3 y 8 kilos. Cuando estas mujeres buscan adelgazar, su peso puede estancarse, PERO incluso en ese caso, siempre adelgazan si insisten.
Más allá, hay que pensar en un hipotiroidismo, una pereza de la tiroides que bloquea la pérdida de peso, y es necesario, en estancamientos tan prolongados, pedir al médico un análisis de sangre muy simple y económico.
Finalmente, se puede encontrar un contexto de alto estrés que produce un exceso de cortisona, problemas de sueño y repercusiones hormonales: más grelina, que estimula el hambre y el almacenamiento de grasa, y menos leptina, que produce el efecto contrario: saciedad y liberación de grasa.
Y por último, la toma de medicamentos que engordan, como la cortisona, los antidepresivos o los ansiolíticos.
También puede estar el objetivo de peso fijado demasiado bajo, lo que hace que el cuerpo se vuelva refractario y ofrezca una resistencia importante, superable pero con mucho esfuerzo y tiempo.
Sylvie, cualquiera que sea la resistencia encontrada, nada puede impedir de manera duradera que una persona determinada y que sigue bien su dieta pierda peso. Por eso le pido que me lea con atención y encuentre el eslabón débil, el primero y más frecuente de todos: el error alimentario.
Para terminar, le cito: “Por la tarde: me gusta hacer pasteles (pastel de requesón, crepas, …)”
Me gustaría saber con qué prepara estos pasteles, ya que ya ha agotado su dosis de salvado de avena por la mañana. Hasta mañana, lo encontraremos y lo logrará, se lo prometo, pero necesito que me ayude a ayudarla.
