En la cuarta mañana, si no estás esperando la menstruación y, por lo tanto, no hay retención de agua, se ha alcanzado el primer 1½ kg perdido. El estreñimiento cede en la mitad de los casos. Las veinte minutos de caminata obligatoria y las escaleras se hacen más fácilmente. La piel de la cara está mejor irrigada (más rosada).
Para el desayuno, toma:
Café o té o leche con cacao 1%, 1 loncha de salmón ahumado con la torta y dos huevos revueltos.
En la quinta mañana, la pérdida de peso oscila entre 1.5 y 2 kilos. Para aquellos que habían estado estreñidos, las primeras heces llegan. La orina es muy clara. La conjuntiva del ojo es más blanca. Aquellos que se quejaban de fatiga antes de la dieta se sienten mejor, más en forma y eufóricos.
Aquellos que tenían presión arterial alta ya han perdido 1 punto (de 15 a 14 o de 14 a 13). Aquellos con presión arterial baja también han perdido 1 punto y pueden sentirse un poco fatigados. Estas pequeñas tensiones se sienten al pasar de estar acostado o sentado a la posición de pie, provocando una ligera visión borrosa de uno o dos segundos. En este caso, aumenta un poco el consumo de sal, ya que muchas veces las personas a dieta tienden a reducir espontáneamente la sal, aunque yo dejo su consumo a la apreciación de cada uno, salvo en caso de retención de agua. Los triglicéridos siguen bajando a medida que las reservas del hígado se agotan.
A nivel de colesterol, el malo (LDL) baja un poco, pero el bueno (HDL) aumenta.
La orina sigue siendo abundante y cada vez más clara, lo que significa menos desechos. Haré un resumen de estos 5 días en mi próximo artículo.
